Empuñar “Memorias desde Némesis” como arma de combate
LA EMANCIPACIÓN DE LA MUJER ES POSICIÓN DEL PROLETARIADO
El 8 de marzo en todo el mundo se
celebra el Día Internacional de la Mujer.
Es en 1910, en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas realizada
en Copenhague, Dinamarca, que se acuerda esta fecha como Día Internacional de
la Mujer Trabajadora concebida como jornada de lucha por “los derechos de la
mujeres”.
La aparición de las clases en el
mundo marcó el comienzo de la explotación y el inicio también del peso opresor
sobre la mujer; de esclava a sierva, de sierva a obrera, a lo largo de la
historia la mujer ha bregado por su emancipación. En el Perú actual también es
así porque vivimos en una sociedad de clases, una sociedad capitalista,
dependiente del imperialismo y con rezagos semifeudales. Y esta situación solo
puede acabar cuando se acabe el capitalismo con revolución socialista dirigida
por el proletariado y se construya una nueva sociedad sin clases sociales rumbo
al comunismo.
Este 8 de marzo, cuando en nuestro
país prosigue una persecución política macartista e inquisitorial
principalmente contra los comunistas y los marxista-leninista-maoístas,
pensamiento gonzalo, persecución que se ha extendido contra el pueblo como lo
prueban la represión al movimiento juvenil que derrotó la ley capitalista de
Régimen Laboral Juvenil, la persecución a la obra teatral La Cautiva, la
campaña contra el nuevo Frente por la unidad y defensa del pueblo peruano, la violenta
represión y asesinato en Pichanaqui por luchar contra la explotación
capitalista; saludamos la participación combativa de la mujer del pueblo que hombro a hombro junto a
sus hermanos de clase brega por la defensa y ampliación de los derechos del
pueblo, y como parte de ella la lucha de las comunistas y revolucionarias por
Solución Política, Amnistía General y Reconciliación Nacional forjándose para
futuras y más altas jornadas.
La
emancipación de la mujer es la justa política proletaria del
marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento gonzalo frente al problema de la
opresión y explotación de la mujer. Mientras que las posiciones de la
“naturaleza femenina deficitaria”, “liberación de la mujer frente al hombre” o
el llamado “enfoque de género” son posiciones burguesas que maquillan la real
doble opresión de la mujer en el sistema capitalista.
Cogiendo con firmeza la posición
proletaria de La emancipación de la Mujer, que es parte de la emancipación
del proletariado, asumimos resueltamente lo establecido por el Presidente
Gonzalo y camarada Míriam en Memorias desde Némesis respecto al
Movimiento Femenino Popular, para estudiarlo y aplicarlo en las actuales
condiciones de la revolución peruana.
“SOBRE EL
MOVIMIENTO FEMENINO POPULAR. También las circunstancias del Comité Regional de
Ayacucho en 1968, y dentro de éstas la lucha de la Facción Roja por recuperar
la dirección del Comité, de un lado; y de otro, el aumento del número de
universitarias, con el correspondiente incremento de feristas, sumada a la acción
e influencia ascendente de las camaradas, en especial la camarada Norah,
posibilitó la formación de la Fracción Femenina del FER (Frente Estudiantil
Revolucionario).
De inmediato se pasó a darle base
ideológico-política a su construcción, organizándose una escuela de cuadros
para la Fracción Femenina cuyo contenido comprendía:
1) marxismo-leninismo-pensamiento
maotsetung y pensamiento de Mariátegui;
2) revolución
peruana y situación política;
3) movimiento femenino
y Fracción Femenina del FER (FFF);
4) la
organización de la FFF y sus tareas.
De estas cuatro cuestiones, la tercera
fue la central, pues aparte de tratar por vez primera la tesis marxista de la
emancipación de la mujer, el problema era la situación de las mujeres en el
país, específicamente de las ayacuchanas y feristas. El nudo se desató
preguntando a quien sabe, como enseñó el Presidente Mao: un pequeño y simple
cuestionario, investigación por grupos y debate para encontrar soluciones;
labor cumplida por los propios feristas con diversos grupos de mujeres, de amas
de casa a estudiantes, pasando por trabajadoras, campesinas y profesionales, centrando
en las masas pobres y barriales, resolvió la situación.
Armada, así, ideológica y
políticamente, la FFF cumplió destacado papel en la lucha por la recuperación
de la dirección en el Comité Regional; y bien pronto, la mitad que sostiene el
cielo bregaba con denuedo y tesón en todos los frentes de trabajo. Baste recordar,
rindiendo justo homenaje, su combatividad indesmayable y tenaz en las
inolvidables jornadas de junio del 69 en Ayacucho. Sin embargo, debió abrirse
paso en abierta lucha con quienes se oponían no solo a la existencia de la FFF,
sino consideraban un peligro de división, de ruptura de la acción unitaria, el
que se desarrollara en la perspectiva de constituirse en movimiento femenino
con objetivos propios y específicos, pues evidentemente en ese rumbo se
orientaba. Parte importante de la construcción de la Fracción Femenina del FER
fue la Declaración de principios y programa, bajo el principio guía de
la emancipación de la mujer. La ideología del proletariado establece que la
lucha de las mujeres es parte de la lucha de la clase por su emancipación; por
ello los clásicos, particularmente Lenin, especificaron que “la lucha por la emancipación de la mujer es
parte de la emancipación del proletariado”. En síntesis, un movimiento
femenino como parte de la revolución, desde la posición del
marxismo-leninismo-maoísmo que se desarrolla siguiendo el principio-guía de
“emancipación de la mujer”; mientras los movimientos femeninos burgueses llevan
adelante la consigna de “liberación femenina”.
Desde sus inicios, pues, el que con
el correr del tiempo devendría Movimiento
Femenino Popular, desde sus antecedentes como Fracción Femenina del FER,
surgió y se desenvolvió bajo las banderas del proletariado enarbolando la
divisa proletaria de la emancipación de la mujer. La Declaración de principios y
programa de la FFF los difundieron en su vocero “Rimariyña Warmi”,
traspasando bien pronto los linderos regionales y rebasando el restringido
ámbito universitario. Había comenzado la historia combatiente y pugnaz de uno
de los organismo generados más importantes del Partido, rojo crisol de tantas
combatientes y ejemplares camaradas. Mas el Movimiento Femenino Popular, como
tal y con este nombre, se conformó a inicios de la década del setenta en
Ayacucho y con la dirección de la Facción Roja del Partido.”
“MOVIMIENTO
FEMENINO POPULAR (MFP). Este organismo generado surgido en Ayacucho, primero
como Fracción Femenina del FER y luego como Movimiento Femenino Popular, sentó
las bases iniciales para el gran desarrollo alcanzado en todo el ámbito
nacional, una de cuyas cumbres de actividad fue el año 1975, Año Internacional
de la Mujer. En Lima se formó el Centro Femenino Popular; pero, bajo la influencia
del liquidacionismo de “izquierda” se guiaba por la tesis burguesa de
“liberación de la mujer”. Así, pues, en lucha de dos líneas hubo que barrer
estas posiciones para poner al mando el principio proletario de “emancipación
de la mujer”, y éste como parte de la emancipación del proletariado; y
por consiguiente partir de que, el movimiento de emancipación de la mujer es
parte de la lucha de clases por la emancipación del proletariado y está
indisolublemente ligado a él. Producto de este deslinde fue el folleto “El marxismo,
Mariátegui y la emancipación de la mujer”, profusamente
difundido y eficaz arma de combate ideológico-política.
Con
un considerable y creciente contingente femenino se desenvolvió una amplia, intensa
y sistemática formación en el marxismo-leninismo-pensamiento maotsetung, el
pensamiento de Mariátegui, la historia del Partido, la situación política, el trabajo
de masas y el Movimiento Femenino guiado por la emancipación de mujer.
De
esta manera, armadas con la concepción de la clase y la política proletaria,
dirigidas por el Partido, mujeres revolucionarias, trabajadoras, profesionales
y estudiantes recorrieron el país y removieron Lima principalmente (en sus
cuatro puntos cardinales donde hubiera masas), agitando, propagandizando,
movilizando y organizando. En las ciudades las fábricas, las barriadas, las
universidades fueron remecidas con su palabra y acción; en el campo las
comunidades y las cooperativas azucareras fueron acogedores centros de su
dedicación y combatividad; y en los centros mineros la clase y los Comités de
damas recibieron y reconocieron su resuelto ejemplo de servir al pueblo. Así,
el Movimiento Femenino Popular fue adentrándose en las masas para enraizarse en
ellas; enraizamiento al cual sirvieron sus campañas de propaganda y agitación
masiva con volantes, como “A las madres del
pueblo combatientes ignoradas” que difundió 70 mil
hojas impresas en el Día de la madre de 1976.
Fue
extraordinaria la actividad desarrollada por el MFP por la amplitud y
profundidad de su labor, la intensidad y diversidad de frentes que abarcó y,
sobre todo, por la alta calidad política de su trabajo y las bases que coadyuvó
a poner para el ulterior desarrollo del Partido y la revolución. Sirva como
muestra de esta ingente actividad la siguiente enumeración de los más
importantes eventos exitosamente celebrados por este organismo generado:
- Convención de
mujeres campesinas de Ayacucho, julio de 1974.
- Convención de
universitarias de Lima sobre emancipación de la mujer, julio de 1974.
- Asamblea nacional de mujeres,
febrero de 1975.
- 1ra Convención Nacional del
Movimiento Femenino Popular, marzo de 1975.
- Convención de mujeres obreras de
Lima, mayo de 1975.
- Convención de mujeres pobres de
barrios y barriadas de Lima, 1975.
- Convención nacional de
universitarias sobre emancipación de la mujer, 1975.
- Convención de mujeres pobres de
barrios y barriadas de Tacna, 1976.
- Convención de mujeres de Chiclayo,
1976.
La simple enumeración de estos
eventos muestra la gran utilidad y potencia de acción transformadora del
Movimiento Femenino Popular, tan propios y expresivos del proletariado y del
pueblo, por tanto de sus denodadas hijas. El MFP en pocos años, pero con ingente
esfuerzo y dirección política correcta, había cambiado la falsa y errónea
tradición revisionista burguesa de reducir a las mujeres a la simple
recolección de fondos y ser organizadoras de festividades y de ayuda “social”;
el MFP condujo a las mujeres a ser protagonistas y combatientes de primera fila
en la lucha de clases y la revolución, como siempre han sido, son y serán las
hijas del pueblo y de la clase en especial, como bien lo muestra nuestra propia
historia nacional. El MFP hizo, pues, a las mujeres peruanas tomar más
conciencia de su necesidad de luchar por la transformación revolucionaria de la
sociedad haciéndolas actuar como lo que son: la “mitad que sostiene el cielo”, contingente indispensable de la
revolución.
Al
comienzo las orientaciones partidarias de desarrollar el trabajo femenino
fueron atacadas por los revisionistas y los revolucionaristas; pero, cuando al
poco tiempo contingentes femeninos dirigidos por el Partido batallaban airosa y
diestramente en todos los frentes de masas, se apresuraron a montar organismos
femeninos sin poder superar, claro está, sus lastres burgueses o pequeño
burgueses. El Partido Comunista del Perú, pues, no cabe duda, abrió trocha
también en este frente de lucha. Sin embargo, al hacerlo sólo tomaba la línea
del proletariado internacional que viene desde Marx, la experiencia de nuestro
pueblo en su centenaria lucha, y las aplicó a las condiciones específicas de
nuestra realidad, momento y necesidad; y al hacerlo construyó uno de los
organismos generados que más ha servido al Partido, a la guerra popular y a la
revolución.
Desarrollar
el trabajo femenino del Partido fue una gran orientación estratégica del
Partido; y el empeñoso esfuerzo y energías que su plasmación demandaba, redundó
en resultados inmensamente mayores que las más altas expectativas imaginadas,
lo prueba su grandioso aporte a la guerra popular. Es que, en conclusión, las
masas hacen la historia; el Partido y la revolución se sustentan en las masas;
las mujeres son la mitad de las masas de la tierra; el Partido, la revolución
no pueden, pues, soslayar a la mitad que sostiene el cielo.”
¡POR LA DEFENSA DE LOS DERECHOS DE LA MUJER DEL PUEBLO
CONTRA EL CAPITALISMO!
¡EMPUÑAR MEMORIAS DESDE NÉMESIS COMO ARMA DE COMBATE!
8 de marzo de 2015