¡Día de
la Heroicidad!
30 Aniversario
¡Camaradas y compañeros caídos, Presente!
A
un año del Treinta aniversario del Día de la Heroicidad, el Partido Comunista
del Perú rinde solemne homenaje a los
dirigentes, militantes, combatientes e hijos de las masas: 300 prisioneros de
guerra de las Luminosas Trincheras de Combate de El Frontón, Lurigancho y Callao
que dieron su vida por el Partido y la Revolución, destacando a los camaradas
Alejandro y José, dirigentes históricos del Comité Central.
La combatividad desplegada por los prisioneros
de guerra el 19 de junio del 86 en la resistencia feroz al genocidio,
derrochando heroicidad, valor y coraje, constituye un inolvidable hito de la
guerra popular y parte indesligable de la misma que la historia guarda como
demostración ejemplar de los hombres heroicos que la guerra popular generó en
campo y ciudad en todo el país; miles de hombres y mujeres de la clase y el
pueblo que combatieron con entrega total, guiados por la ideología del
proletariado el marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento gonzalo, dirigidos por
el Partido Comunista del Perú , jefaturado por el Presidente Gonzalo, plasmando
la guerra popular como la más grande guerra desenvuelta por el pueblo peruano
para conquistar el poder y transformar nuestra patria.
El Partido Comunista del Perú,
inmediatamente ocurridos los hechos denunció y desenmascaró la responsabilidad del Estado peruano, sus
fuerzas armadas y fuerzas policiales y del gobierno aprista que lo conducía de
este vil y execrable genocidio de exterminio, parte de su política genocida en
la guerra contrasubversiva; y a la vez, rechazó la artera e infame imputación
del revolucionarismo burgués por responsabilizar al Partido de haber provocado
la muerte de nuestros camaradas y combatientes, infamia que hoy repica el
revisionismo escisionista virtual.
La guerra popular iniciada el 17 de
mayo de 1980 y desarrollada hasta entrar al equilibrio estratégico, no pudo
seguir desarrollándose por un problema de dirección política proletaria
derivado de la detención de la Jefatura y sus principales dirigentes en
setiembre del 92. La guerra entró a su término objetivo y el Partido vivió un
giro estratégico. Desde la Prisión militar de la Base Naval el Presidente
Gonzalo tomó la iniciativa política de pedir conversaciones para lograr una
Acuerdo de Paz, el cual no se concretó
por la oposición del gobierno y de la
nueva línea oportunista de derecha que usurpó la dirección del Partido. La
Nueva Gran Estrategia de pasar de lucha política con armas a lucha política sin
armas fue asumida por la gran mayoría del Partido produciéndose la escisión de
1993, de la cual derivó el grupo armado del VRAEM. Nueva Gran Estrategia dentro
de la cual seguimos bregando por una solución política, amnistía general y
reconciliación nacional que es lo que corresponde al haber terminado la guerra
hace 23 años en el Perú. Es decir, deben tratarse los problemas de la libertad
de los prisioneros, la situación de los desaparecidos, el retorno de los
exiliados, el fin de la exclusión discriminatoria a los liberados, como también
el término del uso político del tema del llamado terrorismo para negar derechos
democráticos al pueblo en general.
Si esa es la propuesta desde 1992 ¿Cuál
ha sido la respuesta? El Estado optó por una respuesta militar concretada en
una política represiva de matanza para terminar lo poco que quedaba de acción
armada; juicios militares, con jueces sin rostro y sentencias draconianas para
encarcelar a miles de prisioneros, hijos del pueblo; desatendiéndose de la
situación de los desaparecidos y de los asesinados por ejecuciones sumarias: ¡miles
de hijos del pueblo principalmente campesinos pobres!; cientos de exiliados que
no pueden regresar; y últimamente la campaña de persecución política contra todos los involucrados presos o en
libertad, los comunistas, los revolucionarios, los marxista-leninista-maoístas,
pensamiento gonzalo, los abogados, los familiares, los amigos, política
represiva extendida a la lucha popular y a todo aquél que discrepe de su
sistema en abierta criminalización de la lucha revolucionaria y la lucha
popular, impidiéndose además hoy la libertad de quienes han cumplido su
sentencia abriendo nuevos juicios a los ya prisioneros con 23 años en cárcel,
por hechos prescritos o inventados. Tratándose de los desaparecidos el Estado
ha optado por una “estrategia de judicialización”, “que limita la búsqueda”
como lo ha reconocido el propio grupo de trabajo de las Naciones Unidas sobre
las desapariciones forzadas e involuntarias, del 10 de junio 2015. El mismo
grupo dice sobre la reconciliación “no se ha promovido un proceso nacional en
pro de la reconciliación”, lo que nosotros comprendemos es una necesidad para
terminar un momento dramático vivido por nuestra sociedad en el siglo pasado y que
el Estado oponiéndose a la amnistía general y a la solución política que
llevarán a la reconciliación pendiente, no la busca ni la quiere.
Treinta
años después, decimos, ¡Camaradas y compañeros caídos, Presente! Nuestros héroes,
héroes del pueblo tienen el derecho a ser siempre recordados y a que su memoria
quede imperecedera plasmada en el Monumento a los héroes del pueblo ¡No a la
persecución a la memoria del pueblo!
Hoy que en el mundo se vive una antesala de guerra imperialista por un
nuevo reparto del mundo como medio de resolver la lenta y larga recuperación de
la crisis económica mundial que agudiza las contradicciones interimperialistas;
y que en el país, el gobierno de derecha de Ollanta Humala prosigue su plan de
nueva acumulación originaria en medio de una crisis económica, política y
social que expresan la contradicción pueblo-capitalismo en el contexto de
elecciones generales y creciente lucha popular en contra de la explotación
capitalista y el dominio imperialista que pretenden imponer a sangre y fuego
mediante estados de emergencia como en Islay, la generalizada restricción de
derechos poniendo en riesgo la estabilidad de su propio sistema ”democrático”.
Lo que corresponde a la clase, al pueblo, a los progresistas y verdaderos
demócratas es oponerse a esos planes reaccionarios y luchar por la restitución
de beneficios, conquistas, derechos y libertades conculcados para que se desenvuelva
la democratización que la sociedad peruana necesita y demanda; y en particular,
a los comunistas y revolucionarios: Seguir el luminoso ejemplo de los hijos del
Partido y del pueblo, luchando incansablemente por poner al mando el marxismo-leninismo-maoísmo como la ideología del
proletariado en función de oponer la Revolución a la guerra imperialista,
persistiendo en la lucha por la Solución Política, Amnistía General y
Reconciliación Nacional.
¡Honor y gloria a los héroes caídos!
¡Por el Monumento a los héroes del pueblo!
¡Derecho a la memoria del pueblo!
Perú,
19 de junio del 2015
Comité Central
Partido Comunista del Perú
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