sábado, 7 de marzo de 2015

LA EMANCIPACIÓN DE LA MUJER ES POSICIÓN DEL PROLETARIADO

Empuñar “Memorias desde Némesis” como arma de combate

LA EMANCIPACIÓN DE LA MUJER ES POSICIÓN DEL PROLETARIADO

            El 8 de marzo en todo el mundo se celebra el Día Internacional de la Mujer. Es en 1910, en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas realizada en Copenhague, Dinamarca, que se acuerda esta fecha como Día Internacional de la Mujer Trabajadora concebida como jornada de lucha por “los derechos de la mujeres”.

            La aparición de las clases en el mundo marcó el comienzo de la explotación y el inicio también del peso opresor sobre la mujer; de esclava a sierva, de sierva a obrera, a lo largo de la historia la mujer ha bregado por su emancipación. En el Perú actual también es así porque vivimos en una sociedad de clases, una sociedad capitalista, dependiente del imperialismo y con rezagos semifeudales. Y esta situación solo puede acabar cuando se acabe el capitalismo con revolución socialista dirigida por el proletariado y se construya una nueva sociedad sin clases sociales rumbo al comunismo.

            Este 8 de marzo, cuando en nuestro país prosigue una persecución política macartista e inquisitorial principalmente contra los comunistas y los marxista-leninista-maoístas, pensamiento gonzalo, persecución que se ha extendido contra el pueblo como lo prueban la represión al movimiento juvenil que derrotó la ley capitalista de Régimen Laboral Juvenil, la persecución a la obra teatral La Cautiva, la campaña contra el nuevo Frente por la unidad y defensa del pueblo peruano, la violenta represión y asesinato en Pichanaqui por luchar contra la explotación capitalista; saludamos la participación combativa de la  mujer del pueblo que hombro a hombro junto a sus hermanos de clase brega por la defensa y ampliación de los derechos del pueblo, y como parte de ella la lucha de las comunistas y revolucionarias por Solución Política, Amnistía General y Reconciliación Nacional forjándose para futuras y más altas jornadas.

            La emancipación de la mujer es la justa política proletaria del marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento gonzalo frente al problema de la opresión y explotación de la mujer. Mientras que las posiciones de la “naturaleza femenina deficitaria”, “liberación de la mujer frente al hombre” o el llamado “enfoque de género” son posiciones burguesas que maquillan la real doble opresión de la mujer en el sistema capitalista.

            Cogiendo con firmeza la posición proletaria de La emancipación de la Mujer, que es parte de la emancipación del proletariado, asumimos resueltamente lo establecido por el Presidente Gonzalo y camarada Míriam en Memorias desde Némesis respecto al Movimiento Femenino Popular, para estudiarlo y aplicarlo en las actuales condiciones de la revolución peruana.

“SOBRE EL MOVIMIENTO FEMENINO POPULAR. También las circunstancias del Comité Regional de Ayacucho en 1968, y dentro de éstas la lucha de la Facción Roja por recuperar la dirección del Comité, de un lado; y de otro, el aumento del número de universitarias, con el correspondiente incremento de feristas, sumada a la acción e influencia ascendente de las camaradas, en especial la camarada Norah, posibilitó la formación de la Fracción Femenina del FER (Frente Estudiantil Revolucionario).

            De inmediato se pasó a darle base ideológico-política a su construcción, organizándose una escuela de cuadros para la Fracción Femenina cuyo contenido comprendía:
1) marxismo-leninismo-pensamiento maotsetung y pensamiento de Mariátegui;
2) revolución peruana y situación política;
3) movimiento femenino y Fracción Femenina del FER (FFF);
4) la organización de la FFF y sus tareas.

            De estas cuatro cuestiones, la tercera fue la central, pues aparte de tratar por vez primera la tesis marxista de la emancipación de la mujer, el problema era la situación de las mujeres en el país, específicamente de las ayacuchanas y feristas. El nudo se desató preguntando a quien sabe, como enseñó el Presidente Mao: un pequeño y simple cuestionario, investigación por grupos y debate para encontrar soluciones; labor cumplida por los propios feristas con diversos grupos de mujeres, de amas de casa a estudiantes, pasando por trabajadoras, campesinas y profesionales, centrando en las masas pobres y barriales, resolvió la situación.

            Armada, así, ideológica y políticamente, la FFF cumplió destacado papel en la lucha por la recuperación de la dirección en el Comité Regional; y bien pronto, la mitad que sostiene el cielo bregaba con denuedo y tesón en todos los frentes de trabajo. Baste recordar, rindiendo justo homenaje, su combatividad indesmayable y tenaz en las inolvidables jornadas de junio del 69 en Ayacucho. Sin embargo, debió abrirse paso en abierta lucha con quienes se oponían no solo a la existencia de la FFF, sino consideraban un peligro de división, de ruptura de la acción unitaria, el que se desarrollara en la perspectiva de constituirse en movimiento femenino con objetivos propios y específicos, pues evidentemente en ese rumbo se orientaba. Parte importante de la construcción de la Fracción Femenina del FER fue la Declaración de principios y programa, bajo el principio guía de la emancipación de la mujer. La ideología del proletariado establece que la lucha de las mujeres es parte de la lucha de la clase por su emancipación; por ello los clásicos, particularmente Lenin, especificaron que “la lucha por la emancipación de la mujer es parte de la emancipación del proletariado”. En síntesis, un movimiento femenino como parte de la revolución, desde la posición del marxismo-leninismo-maoísmo que se desarrolla siguiendo el principio-guía de “emancipación de la mujer”; mientras los movimientos femeninos burgueses llevan adelante la consigna de “liberación femenina”.

            Desde sus inicios, pues, el que con el correr del tiempo devendría Movimiento Femenino Popular, desde sus antecedentes como Fracción Femenina del FER, surgió y se desenvolvió bajo las banderas del proletariado enarbolando la divisa proletaria de la emancipación de la mujer. La Declaración de principios y programa de la FFF los difundieron en su vocero “Rimariyña Warmi”, traspasando bien pronto los linderos regionales y rebasando el restringido ámbito universitario. Había comenzado la historia combatiente y pugnaz de uno de los organismo generados más importantes del Partido, rojo crisol de tantas combatientes y ejemplares camaradas. Mas el Movimiento Femenino Popular, como tal y con este nombre, se conformó a inicios de la década del setenta en Ayacucho y con la dirección de la Facción Roja del Partido.”

“MOVIMIENTO FEMENINO POPULAR (MFP). Este organismo generado surgido en Ayacucho, primero como Fracción Femenina del FER y luego como Movimiento Femenino Popular, sentó las bases iniciales para el gran desarrollo alcanzado en todo el ámbito nacional, una de cuyas cumbres de actividad fue el año 1975, Año Internacional de la Mujer. En Lima se formó el Centro Femenino Popular; pero, bajo la influencia del liquidacionismo de “izquierda” se guiaba por la tesis burguesa de “liberación de la mujer”. Así, pues, en lucha de dos líneas hubo que barrer estas posiciones para poner al mando el principio proletario de “emancipación de la mujer”, y éste como parte de la emancipación del proletariado; y por consiguiente partir de que, el movimiento de emancipación de la mujer es parte de la lucha de clases por la emancipación del proletariado y está indisolublemente ligado a él. Producto de este deslinde fue el folleto “El marxismo, Mariátegui y la emancipación de la mujer”, profusamente difundido y eficaz arma de combate ideológico-política.

Con un considerable y creciente contingente femenino se desenvolvió una amplia, intensa y sistemática formación en el marxismo-leninismo-pensamiento maotsetung, el pensamiento de Mariátegui, la historia del Partido, la situación política, el trabajo de masas y el Movimiento Femenino guiado por la emancipación de mujer.

De esta manera, armadas con la concepción de la clase y la política proletaria, dirigidas por el Partido, mujeres revolucionarias, trabajadoras, profesionales y estudiantes recorrieron el país y removieron Lima principalmente (en sus cuatro puntos cardinales donde hubiera masas), agitando, propagandizando, movilizando y organizando. En las ciudades las fábricas, las barriadas, las universidades fueron remecidas con su palabra y acción; en el campo las comunidades y las cooperativas azucareras fueron acogedores centros de su dedicación y combatividad; y en los centros mineros la clase y los Comités de damas recibieron y reconocieron su resuelto ejemplo de servir al pueblo. Así, el Movimiento Femenino Popular fue adentrándose en las masas para enraizarse en ellas; enraizamiento al cual sirvieron sus campañas de propaganda y agitación masiva con volantes, como “A las madres del pueblo combatientes ignoradas” que difundió 70 mil hojas impresas en el Día de la madre de 1976.

Fue extraordinaria la actividad desarrollada por el MFP por la amplitud y profundidad de su labor, la intensidad y diversidad de frentes que abarcó y, sobre todo, por la alta calidad política de su trabajo y las bases que coadyuvó a poner para el ulterior desarrollo del Partido y la revolución. Sirva como muestra de esta ingente actividad la siguiente enumeración de los más importantes eventos exitosamente celebrados por este organismo generado:

- Convención de mujeres campesinas de Ayacucho, julio de 1974.
- Convención de universitarias de Lima sobre emancipación de la mujer, julio de 1974.
- Asamblea nacional de mujeres, febrero de 1975.
- 1ra Convención Nacional del Movimiento Femenino Popular, marzo de 1975.
- Convención de mujeres obreras de Lima, mayo de 1975.
- Convención de mujeres pobres de barrios y barriadas de Lima, 1975.
- Convención nacional de universitarias sobre emancipación de la mujer, 1975.
- Convención de mujeres pobres de barrios y barriadas de Tacna, 1976.
- Convención de mujeres de Chiclayo, 1976.

            La simple enumeración de estos eventos muestra la gran utilidad y potencia de acción transformadora del Movimiento Femenino Popular, tan propios y expresivos del proletariado y del pueblo, por tanto de sus denodadas hijas. El MFP en pocos años, pero con ingente esfuerzo y dirección política correcta, había cambiado la falsa y errónea tradición revisionista burguesa de reducir a las mujeres a la simple recolección de fondos y ser organizadoras de festividades y de ayuda “social”; el MFP condujo a las mujeres a ser protagonistas y combatientes de primera fila en la lucha de clases y la revolución, como siempre han sido, son y serán las hijas del pueblo y de la clase en especial, como bien lo muestra nuestra propia historia nacional. El MFP hizo, pues, a las mujeres peruanas tomar más conciencia de su necesidad de luchar por la transformación revolucionaria de la sociedad haciéndolas actuar como lo que son: la “mitad que sostiene el cielo”, contingente indispensable de la revolución.

Al comienzo las orientaciones partidarias de desarrollar el trabajo femenino fueron atacadas por los revisionistas y los revolucionaristas; pero, cuando al poco tiempo contingentes femeninos dirigidos por el Partido batallaban airosa y diestramente en todos los frentes de masas, se apresuraron a montar organismos femeninos sin poder superar, claro está, sus lastres burgueses o pequeño burgueses. El Partido Comunista del Perú, pues, no cabe duda, abrió trocha también en este frente de lucha. Sin embargo, al hacerlo sólo tomaba la línea del proletariado internacional que viene desde Marx, la experiencia de nuestro pueblo en su centenaria lucha, y las aplicó a las condiciones específicas de nuestra realidad, momento y necesidad; y al hacerlo construyó uno de los organismos generados que más ha servido al Partido, a la guerra popular y a la revolución.

Desarrollar el trabajo femenino del Partido fue una gran orientación estratégica del Partido; y el empeñoso esfuerzo y energías que su plasmación demandaba, redundó en resultados inmensamente mayores que las más altas expectativas imaginadas, lo prueba su grandioso aporte a la guerra popular. Es que, en conclusión, las masas hacen la historia; el Partido y la revolución se sustentan en las masas; las mujeres son la mitad de las masas de la tierra; el Partido, la revolución no pueden, pues, soslayar a la mitad que sostiene el cielo.”

¡POR LA DEFENSA DE LOS DERECHOS DE LA MUJER DEL PUEBLO CONTRA EL CAPITALISMO!

¡EMPUÑAR MEMORIAS DESDE NÉMESIS COMO ARMA DE COMBATE!

                                                                                         8 de marzo de 2015