domingo, 9 de junio de 2013

poema PIEDRAS GORDAS

PIEDRAS GORDAS

En dos tiempos, de sentencia y ejecución
Sentencian
las madrugadas
encarceladas
se arrastran
ni huellas
solo una mancha
de niebla gris
fatigada.

Construyeron su odio en cemento
rutas ausentes de cielo
planchas de acero con huecos
simulando ser ventanas
puertas contraplacadas
que ciegan y sellan celdas
gruesos muros de concreto
que estrechan menudos patios
corona de alambre y púas
concertinas oxidadas
donde maquinan que presos
colgados al sol desangren.
 
Sentencian
lerdas mañanas
que entre sombras
se escurran
viudas y chuecas voces
brazos y gritos
castrados. 

Traman palabras mudas
silencios que traguen hombres
pesadas ruedas quebrando
los dientes antes que muerdan
y sombras que habiten sombras
entre perpetuas cadenas.

Sentencian
anémicas tardes,
encharcadas en la inercia,
que impiden el tiempo corra
y que respire la vida.

Malditos sus negros sueños
de rellenarnos los poros
y atragantarnos la boca
con huecos, asilamiento
y toneladas de olvido

Sentencian
noches deformes
deshilachando los rostros
descuartizando las horas
y arrugas que se acumulan.

Nuestra será la aurora
que con sus gritos sacuda
y anchos pasos aplaste
el plan de quebrar rodillas
y hacer de los hombres bestias.

Ya empezó la tarea.


Piedras Gordas, 15 de Abril 2005

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